El estrés que muchas mujeres sufren en su vida cotidiana puede hacerles caer en una depresión. Y uno de los primeros signos de alarma es la pérdida del deseo sexual. Si crees que puedes estar en esta situación, ponle remedio rápidamente: hay trucos sencillos para controlar el estrés y salvar el sexo. Antes de continuar, te recomiendo que eches un vistazo al artículo anterior, claves para ser una irresistible mujer sexy, tal vez con eso sea suficiente para ti.
Muy ocupada
Muchas mujeres se pasan el día corriendo. Entre los niños, el trabajo, las compras y la casa, no es fácil ser también una buena amante al final de la jornada. Realmente no ocurre nada grave: se trata simplemente de cansancio. En cuanto la fatiga desaparece, hace su aparición de nuevo el deseo.
Metro, trabajo, súper... adiós a la libido
Este retrato es el de la mayoría de las mujeres que trabajan fuera de casa y es un motivo frecuente de consulta a psicólogos y terapeutas sexuales. En general se trata de mujeres entre los 30 y 40 años, activas, que viven en grandes ciudades, tienen hijos y se ocupan de su trabajo y de la casa. Normalmente no se explican de dónde viene su falta de deseo sexual y la dificultad que tienen para disfrutar cuando tienen relaciones. Les cuesta creer que sea simplemente culpa del cansancio.
La fatiga y la depresión ocasionan pérdida de deseo y dificultad para llegar al orgasmo. Respecto al estrés, todo el mundo puede adaptarse a uno o dos sucesos emocionales fuertes: un matrimonio, un divorcio... Pero cuando las dificultades se acumulan en poco tiempo es muy difícil hacerles frente. El estrés se convierte entonces en la puerta de entrada hacia la depresión. Y casi nunca se detectan el estrés y la depresión como causa de la falta de deseo. A la mayoría de las mujeres les cuesta relacionar su ritmo de vida trepidante y demasiado exigente con sus dificultades sexuales.
La fatiga y la depresión ocasionan pérdida de deseo y dificultad para llegar al orgasmo. Respecto al estrés, todo el mundo puede adaptarse a uno o dos sucesos emocionales fuertes: un matrimonio, un divorcio... Pero cuando las dificultades se acumulan en poco tiempo es muy difícil hacerles frente. El estrés se convierte entonces en la puerta de entrada hacia la depresión. Y casi nunca se detectan el estrés y la depresión como causa de la falta de deseo. A la mayoría de las mujeres les cuesta relacionar su ritmo de vida trepidante y demasiado exigente con sus dificultades sexuales.
Algunos trucos para esquivar el estrés
Para salir de la situación cuando ésta no es todavía grave hay algunos trucos. Lo primero es darse cuenta de que no se puede ser una ‘súper-mujer’, siempre al pie del cañón en todos los frentes. Este paso es fundamental para hacer un alto, empezar a ser más tolerante con una misma e imponerse menos obligaciones. Segundo paso: empezar a dedicarse tiempo a ti misma, sobre todo cuando te notes cansada. En la práctica, hay que tratar de implicarse un poco menos en ciertas cosas y, sobre todo, conseguir que la pareja comparta las tareas domésticas.
Respecto a la pérdida del deseo sexual, la clave es dedicarle más tiempo a la pareja y al sexo. Pero antes de pasar al sexo hay que tratar de pasar más tiempo juntos, de buscar momentos relajados de intimidad. No hay que dudar en dejar a los niños con los abuelos o mandarles de campamento para estar a solas.
Respecto a la pérdida del deseo sexual, la clave es dedicarle más tiempo a la pareja y al sexo. Pero antes de pasar al sexo hay que tratar de pasar más tiempo juntos, de buscar momentos relajados de intimidad. No hay que dudar en dejar a los niños con los abuelos o mandarles de campamento para estar a solas.
Los antidepresivos afectan a la libido
Si la depresión es importante estos trucos no van a ser suficientes y habrá que recurrir al tratamiento médico con antidepresivos. Lo malo es que estos fármacos tienen efectos secundarios indeseables, como el descenso del deseo o la falta de lubricación, lo que empeora bastante la situación.
En este caso hay que tener claras las prioridades. Lo mejor es tratar primero la depresión: cuando la mujer recupere su equilibrio emocional reaparecerá el deseo sexual. Ten muy claro que uno de los primeros síntomas, tanto en hombres como en mujeres, de depresión es la falta de libido.
En este caso hay que tener claras las prioridades. Lo mejor es tratar primero la depresión: cuando la mujer recupere su equilibrio emocional reaparecerá el deseo sexual. Ten muy claro que uno de los primeros síntomas, tanto en hombres como en mujeres, de depresión es la falta de libido.